El presidente del club náutico de La Casería, Francisco Vázquez, sigue a la espera de la autorización de la Demarcación de Costas para poder llevar a cabo el proyecto de adecuación de los pantalanes
Todo está listo ya: el salón multiusos, el punto de recepción, el restaurante, la enfermería, la Escuela de vela, un amplio salón social acristalado con vistas a la Bahía... El club náutico de La Casería está a punto. Pero falta lo más importante para que empiece a funcionar: la autorización de la Demarcación de Costas para ejecutar el proyecto de obra y adecuación de los pantalanes.
La actuación de remodelación del club está finalizada en el 50% que corresponde al Ayuntamiento. Pero la otra mitad, la que corre por cuenta de los socios (más de 300), sigue a la espera de este permiso de Costas que no llega. Con cierta sorna, los asociados preguntan a Francisco Vázquez, presidente del club: "¿Ha llegado ya el papelito?". Y la respuesta siempre es negativa. Vázquez no entiende el motivo de esta demora. "No pedimos dinero, ni ayudas, ni subvenciones, sino agilidad en los trámites burocráticos".
Lo cierto es que la historia del náutico de La Casería viene de lejos. Desde que en 2003 este proyecto atisbó la luz, los escollos administrativos que han impedido su puesta en marcha se han multiplicado con el tiempo y eso ha provocado la desesperación e incluso el enfado de los socios. "Hemos invertido todos nuestros ahorros en este club. Qué menos que se acelere al máximo la tramitación de la documentación".
El presupuesto que el club náutico está dispuesto a asumir recoge una partida de 350.000 euros para ampliar el número de amarres -que ha pasado de 100 a 200- y 120.000 para otros gastos tales como maquinaria, oficinas, luz y agua, entre otros. "Este desembolso sale de nuestros bolsillos, por ese motivo necesitamos que las instalaciones echen a rodar ya".
Pero para ello es primordial la autorización de Costas. "Esta documentación comenzó a tramitarse en septiembre del año pasado. Hablé directamente con el subdirector general de Demarcación de Costas, Benito Carrera, y he intentado hacerlo con el nuevo director, Pablo Saavedra, que tomó posesión de su cargo el pasado 5 de enero", explica el presidente del club. "Y seguimos a la espera".
Cuando llegue tan anhelado informe de viabilidad, el Consistorio isleño dará la licencia de obras -licencia que el club náutico ya ha pagado- para la ejecución de los pantalanes. ¿Cuánto habrá que esperar hasta entonces? La respuesta sigue en el aire. Mientras, el tiempo sigue jugando en contra del club: "A nivel de empleo, esto se está convirtiendo en un auténtico drama", comenta el presidente. Por un lado, la empresa Aister, encargada de las obras, tiene las máquinas paradas y, por tanto, a sus empleados de brazos cruzados. Por otro, los potenciales puestos de trabajo que generaría la apertura del club, justo en estos difíciles momentos económicos, no se están materializando.
A pesar de llevar el viento en contra, los socios del club de La Casería siguen trabajando cada día en este proyecto donde han dejado esfuerzo, tiempo, dinero y, sobre todo, ganas. Así, por ejemplo, el restaurante ya ha sido concedido mediante concurso público a la empresa Teresa Cía, SL, regentada por la hostelera isleña Alicia Rubio, quien tiene la intención de "abrir a diario en este lugar privilegiado".
Vázquez agradece la implicación económica del Ayuntamiento de San Fernando en esta actuación. "No obstante, solicitamos que nos respalden a la hora de presionar a Costas.
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